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22 de Noviembre de 2009
Faustino Flores se define como una persona con dos facetas. “He viajado y estudiado mucho. Una de mis facetas se ha volcado siempre a que el arte sirva para abrir puertas. Me he dedicado a recuperar a los escritores de mi pueblo y los he llevado a los grandes escenarios”, manifestó. “La otra faceta es la de haber trabajado mucho en villas y ser una de las personas que creó la pedagogía artística al servicio de la gente más necesitada”, dijo.
Ante esa necesidad pensó de qué manera se puede revertir el proceso. “Yo siempre digo que hay que cambiar el protagonismo de la persona que está necesitada. Es necesario abrirles otra puerta”, explicó.
En abril de este año cumplió 25 años arriba de los escenarios. “Lo que hago son espectáculos poéticos musicales de diferentes poetas de Latinoamérica”, señaló.
“En realidad soy director de teatro y trabajé con el arte en las villas al servicio de los chicos con problemas, discapacidades diferentes, con necesidades”, detalló Flores.
Faustino fue coordinador de un programa denominado “Dibujando caminos”, desarrollado en Córdoba. El mismo tuvo como objetivo prevenir el delito en la villa Sangre y Sol, financiado por Fundación Antorcha y Arcor.
Por otro lado, en Tilcara trabajó en escuelas rurales con un proyecto de autogestión: "El arte va a la escuela dibujando caminos”. Con este último trata de recuperar la identidad del niño de la zona a través de la danza, la música, el teatro y el títere.
Pausado y con la expresión en la piel, señaló que “estudié teatro en la Universidad de La Plata y tuve la suerte de poder estudiar antropología”. También pudo perfeccionarse en docencia teatral con niños discapacitados en países de Europa.
La vida es arte
A pesar de haber nacido en Aguadita, provincia de Jujuy, su infancia se desarrolla en San Salvador de Jujuy. “Mi mamá murió cuando tenia un año y meses, luego me dieron en adopción. Generalmente en las provincias del norte cuando uno es adoptado, no es para ser hijos de una familia sino para servir a esa familia de por vida”, indicó Faustino.
“También soy portador de un rostro nativo. Generalmente cuando voy a una oficina de cultura no soy nadie, soy un indio y el arte me permitió encontrar mi lugar. Lo bueno es haber reconocido mi cultura y haber estudiado mucho sobre mi cultura”, aseguró Flores.
Durante 7 años fue coordinador de la galería de Arte Huata de Aerolíneas Argentinas, donde centró su accionar en la difusión de artistas de todo el país, en particular los que rescatan una imagen americana.
Además fue coordinador de la Promoción Turística y Cultural de la provincia de Jujuy en Córdoba; donde estimulaba el intercambio cultural y artístico de ambas provincias.
Por ello, Faustino declaró que “mi vida siempre estuvo relacionada con el arte. El arte es uno solo, yo siempre digo que a mi me salva el arte”.
Faustino conjuga en escena la música, la danza, la imagen, el canto, el recitado, las poesías, interpretando a creadores como Chabuca Granda, Martín Raúl Galán, Domingo Zerpa, Ariel Petrochelli, entre otros.
“Dos cosas son importantes en la obra, primero la búsqueda de cómo es nuestro mundo, qué mundo queremos y la otra es encontrar nuestro propio espíritu, qué queremos hacer en este mundo”, enfatizó.
Otra dimensión
Faustino Flores grabó varios cds con poemas musicales como por ejemplo:
"De regreso al origen", en homenaje al poeta Domingo Zerpa; “Poesía a la carta", con varios poetas del noroeste argentino.
Otro se titula “Por todas mis sangres” y “Canto al ángel”. Este último es el que más le gusta a Faustino. “Con diferentes espectáculos he llenado grandes teatros y uno va alimentando el ego. Tenía 46 años cuando hice “Canto al ángel” en el patio del Cabildo de Córdoba, y cuando vi tanta gente comprendí que había subido demasiado rápido y que existía una palabra: humildad. A partir de ese momento baje a otra dimensión”.
“Canto al Ángel”, le llevó 15 años de trabajo. “No solamente recito los poemas sino que los interpreto, buceo en la vida del autor, busco en la poesía lo que es referente a él y lo que se conecta conmigo, descubro el autor desde su esencia”, explicó Flores.
Una de las experiencias más lindas de su vida, la vivió en Rosario. “Estaba hablando en una radio acerca de un poeta que no es conocido, Javier Choquevilca, y todos los llamados fueron para saber quién era este poeta y no para felicitarme a mí. Por primera vez me sentí bien, entendí que yo era un puente que los conectaba”.
Faustino Flores recalcó que “haber pasado desapercibido y que todo el mundo haya preguntado por Choquevilca, para mí es un premio de la vida haber sacado el ego y encontrarme en un camino largo: el de la humildad”.
Un lugar especial
Con 62 años y muchas experiencias vividas, Faustino reconoció que Córdoba es un lugar muy significativo en su vida.
“Estuve viviendo allí 20 años. A Córdoba le debo todo, para mi es todo. Allí nacieron mis hijos, me casé, realicé todos mis trabajos, se me abrieron las puertas, tengo a mis amigos, mi espacio y mis giras siempre las empiezo ahí”, enumeró.
Ahora está trabajando en el recital “Vallejos”. “Voy a inaugurar este trabajo en Córdoba a principios del año que viene. Lo voy a trabajar desde una parte muy actoral, que no lo hice hasta ahora, va haber mucho teatro y música”, adelantó Faustino.
En cuanto a Necochea, dijo que “es la primera vez que vengo. Siempre fue una deuda pendiente porque siempre luché para venir al Festival de los niños y nunca pudimos ganar”.
Añadió que “ahora vine a visitar a un primo, pero ya me están faltando los cerros. Hace un mes y medio que me fui, estuve de giras y ya quiero regresar”.
Ante esa necesidad pensó de qué manera se puede revertir el proceso. “Yo siempre digo que hay que cambiar el protagonismo de la persona que está necesitada. Es necesario abrirles otra puerta”, explicó.
En abril de este año cumplió 25 años arriba de los escenarios. “Lo que hago son espectáculos poéticos musicales de diferentes poetas de Latinoamérica”, señaló.
“En realidad soy director de teatro y trabajé con el arte en las villas al servicio de los chicos con problemas, discapacidades diferentes, con necesidades”, detalló Flores.
Faustino fue coordinador de un programa denominado “Dibujando caminos”, desarrollado en Córdoba. El mismo tuvo como objetivo prevenir el delito en la villa Sangre y Sol, financiado por Fundación Antorcha y Arcor.
Por otro lado, en Tilcara trabajó en escuelas rurales con un proyecto de autogestión: "El arte va a la escuela dibujando caminos”. Con este último trata de recuperar la identidad del niño de la zona a través de la danza, la música, el teatro y el títere.
Pausado y con la expresión en la piel, señaló que “estudié teatro en la Universidad de La Plata y tuve la suerte de poder estudiar antropología”. También pudo perfeccionarse en docencia teatral con niños discapacitados en países de Europa.
La vida es arte
A pesar de haber nacido en Aguadita, provincia de Jujuy, su infancia se desarrolla en San Salvador de Jujuy. “Mi mamá murió cuando tenia un año y meses, luego me dieron en adopción. Generalmente en las provincias del norte cuando uno es adoptado, no es para ser hijos de una familia sino para servir a esa familia de por vida”, indicó Faustino.
“También soy portador de un rostro nativo. Generalmente cuando voy a una oficina de cultura no soy nadie, soy un indio y el arte me permitió encontrar mi lugar. Lo bueno es haber reconocido mi cultura y haber estudiado mucho sobre mi cultura”, aseguró Flores.
Durante 7 años fue coordinador de la galería de Arte Huata de Aerolíneas Argentinas, donde centró su accionar en la difusión de artistas de todo el país, en particular los que rescatan una imagen americana.
Además fue coordinador de la Promoción Turística y Cultural de la provincia de Jujuy en Córdoba; donde estimulaba el intercambio cultural y artístico de ambas provincias.
Por ello, Faustino declaró que “mi vida siempre estuvo relacionada con el arte. El arte es uno solo, yo siempre digo que a mi me salva el arte”.
Faustino conjuga en escena la música, la danza, la imagen, el canto, el recitado, las poesías, interpretando a creadores como Chabuca Granda, Martín Raúl Galán, Domingo Zerpa, Ariel Petrochelli, entre otros.
“Dos cosas son importantes en la obra, primero la búsqueda de cómo es nuestro mundo, qué mundo queremos y la otra es encontrar nuestro propio espíritu, qué queremos hacer en este mundo”, enfatizó.
Otra dimensión
Faustino Flores grabó varios cds con poemas musicales como por ejemplo:
"De regreso al origen", en homenaje al poeta Domingo Zerpa; “Poesía a la carta", con varios poetas del noroeste argentino.
Otro se titula “Por todas mis sangres” y “Canto al ángel”. Este último es el que más le gusta a Faustino. “Con diferentes espectáculos he llenado grandes teatros y uno va alimentando el ego. Tenía 46 años cuando hice “Canto al ángel” en el patio del Cabildo de Córdoba, y cuando vi tanta gente comprendí que había subido demasiado rápido y que existía una palabra: humildad. A partir de ese momento baje a otra dimensión”.
“Canto al Ángel”, le llevó 15 años de trabajo. “No solamente recito los poemas sino que los interpreto, buceo en la vida del autor, busco en la poesía lo que es referente a él y lo que se conecta conmigo, descubro el autor desde su esencia”, explicó Flores.
Una de las experiencias más lindas de su vida, la vivió en Rosario. “Estaba hablando en una radio acerca de un poeta que no es conocido, Javier Choquevilca, y todos los llamados fueron para saber quién era este poeta y no para felicitarme a mí. Por primera vez me sentí bien, entendí que yo era un puente que los conectaba”.
Faustino Flores recalcó que “haber pasado desapercibido y que todo el mundo haya preguntado por Choquevilca, para mí es un premio de la vida haber sacado el ego y encontrarme en un camino largo: el de la humildad”.
Un lugar especial
Con 62 años y muchas experiencias vividas, Faustino reconoció que Córdoba es un lugar muy significativo en su vida.
“Estuve viviendo allí 20 años. A Córdoba le debo todo, para mi es todo. Allí nacieron mis hijos, me casé, realicé todos mis trabajos, se me abrieron las puertas, tengo a mis amigos, mi espacio y mis giras siempre las empiezo ahí”, enumeró.
Ahora está trabajando en el recital “Vallejos”. “Voy a inaugurar este trabajo en Córdoba a principios del año que viene. Lo voy a trabajar desde una parte muy actoral, que no lo hice hasta ahora, va haber mucho teatro y música”, adelantó Faustino.
En cuanto a Necochea, dijo que “es la primera vez que vengo. Siempre fue una deuda pendiente porque siempre luché para venir al Festival de los niños y nunca pudimos ganar”.
Añadió que “ahora vine a visitar a un primo, pero ya me están faltando los cerros. Hace un mes y medio que me fui, estuve de giras y ya quiero regresar”.
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